Viajes

El Gran Hotel de la Ciudad de México

Av. 16 de Septiembre #82

Col. Centro, CDMX, C.P. 06000

Tel. 55 1083 7700

www.granhoteldelaciudaddemexico.com.mx

En el centro histórico de la Ciudad de México se encuentra ubicado uno de los rincones más bellos e icónicos de nuestra gran ciudad, el Gran Hotel Ciudad de México, que aparte de reunir lujo y tradición, también reúne una historia única e inigualable.

He tenido la oportunidad de estar en este hotel en varias ocasiones por motivos de trabajo donde he coordinado la realización de diferentes eventos y por su historia y arquitectura, cada vez que llegaba a este maravilloso lugar, siempre me decía lo mismo, que debía hospedarme para gozarlo de una manera diferente y única.

Fue construido en pleno auge del Porfiriato y con una ubicación ideal porque se encuentra en el corazón de la capital, frente a la plancha del Zócalo.  Su impresionante arquitectura Art Nouveau y cada uno de sus detalles arquitectónicos y acabados en general son impresionantes.  En la entrada del recinto una vez que vas subiendo las escaleras, te enamoras del lujoso candil Luis XV que está ubicado al centro de las mismas –que por cierto lo donó Porfirio Díaz en 1889 cuando lo inauguró como tienda departamental–; una vez que entras al lobby es impresionante la vista que tiene su emblemático vitral Tiffany que posee en el techo –por cierto, uno de los cuatro más grandes del mundo y realizado por el artista Jaques Gruber–, del cual te enamoran las luces y colores que se ven reflejados en forma armoniosa, finalizando con un enrejado de hierro impresionante;  también cuenta con dos elevadores –uno a cada extremo del lobby– que los vuelve más atractivos a la vista porque son divinamente espectaculares, y más considerando que fue el segundo elevador que llegó a la CDMX, después del Palacio Nacional y que definitivamente te dejarán con la boca abierta porque con ese diseño arquitectónico y sus colores entre verduzco y dorado, hacen que las rejillas resalten espectacularmente.

 

 

Una vez que subes a las habitaciones, que en este hotel se llaman recámaras –como en casa– sus detalles de la época del porfiriato son únicos, son bastante amplias, el mobiliario y el closet totalmente con la decoración de época, pero con el lujo y modernidad; y cuando entras al baño, quedas sorprendido del espejo, los candiles, la bañera, incluso de la cortina que cubre la bañera, que es totalmente regresar a esa época.

 

En la quinta planta del hotel, se encuentra la terraza que tiene un restaurante y bar, y te ofrece una vista espectacular del Centro Histórico, es única y que si te toca una mesa que da al barandal, la vista panorámica es única.

El origen de este edificio se remonta a 1526, siendo la residencia de Rodrigo de Albornoz, Contador Real.  En 1889, Porfirio Díaz, lo inauguró como centro comercial –se dice que Doña Carmelita, la esposa de Porfirio Díaz, iba todos los días a tomar café con las amigas–.  En 1895 la propiedad fue comprada por el francés Sebastian Robert para convertirlo en el primer centro comercial en México, contando con los mejores servicios de su tiempo y –como ya lo había comentado– dos de los primeros elevadores en nuestro país, y que aún funcionan. Tras casi una década de caer en el olvido, regresó a la vida en 1968 como el Gran Hotel Ciudad de México.

Una vez que realizas el check in, el bell boy que te lleva a tu recámara, durante el trayecto te platicará toda la historia de este maravilloso lugar y por supuesto, te dará el tour en uno de estos dos magistrales elevadores, terminando una vez que te deja instalado. Un dato curioso con los bell boy, los colaboradores de la recepción y los de la entrada principal, les confeccionan sus uniformes con un diseño de la época de los 40’s y a los bell boys les dan un curso especial de historia del lugar para que tengan la información y la puedan transmitir a los turistas y darles toda la explicación necesaria.

Si  vienes de turista a la ciudad y piensas hacer un tour por el centro de la misma, te recomiendo ampliamente hospedarte en este maravilloso lugar.  La estancia en este lugar te hará sentirte en un ambiente de época, pero a la vez de lujo y modernidad.