Karina Vilchis
16 agosto, 2018
La Plaza de Tian’anmen o Plaza de la Puerta de la Paz Celestial es la plaza más grande del mundo. Se construyó en la Dinastía Ming por el emperador Zhudi después de 18 años de la fundación de su palacio y ocupa una superficie total de 440.000 metros cuadrados, con 880 metros de norte a sur y 500 metros de este a oeste.
Esta plaza se construyó después de la proclamación de la República Popular de China y ha sido el escenario de muchos acontecimientos históricos de este país. De lo que más destaca de esta plaza son varios edificios muy importantes empezando por el este, por la Torre Qianmen –Sede del Museo de Historia de Pekín–; un poco al oeste, el Gran Palacio del Pueblo –Sede del Gobierno–; el Monumento a los Héroes del Pueblo que es un obelisco con 38 metros de altura, situado en el centro de la plaza con los nombres de los líderes comunistas; el Mausoleo de Mao Zedong (Mao Tsé-tung), edificio que tiene el cuerpo embalsamado del primer presidente de la República Popular de China (que por cierto, para entrar a este Mausoleo el día que fuimos había una larguísima fila, porque nos explicaron que siempre hay una gran multitud de chinos que quieren hacer ofrendas al que fuera su líder y después de todo un día largo de visitas, la verdad ya no quise formarme para entrar) y por último, por la parte norte se ubica La Puerta de Tian’anmen, que es uno de los pabellones más magníficos de China (Léase La Puerta de Tian’anmen, Pekín) y la entrada a la Ciudad Perdida. Todas estas construcciones alrededor de La Plaza forman una combinación arquitectónica perfecta.
Un dato curioso es que para entrar a la plaza hay que pasar unos controles de seguridad, en los extremos de la explanada y cruzar a la plaza por un paso a desnivel. No hay accedo directo para el peatón. La única manera de entrar a la plaza, es por estos pasos a desnivel. El día que estuvimos, estaban haciendo cambio de guardia y cambio de la bandera y aunque no entendíamos bien lo que estaba sucediendo y en ocasiones no se alcanzaba a ver, a pesar de esto, fue una ceremonia muy oficial y emotiva.
