Viajes

Se dice que había un manantial de agua dulce que fue descubierto por el fraile Juan de San Miguel y que dio origen a la ciudad debido a este yacimiento de agua, al que con el tiempo le llamaron “El Chorro”.  En el siglo XVIII se construyeron los lavaderos, dando origen a que las señoras del pueblo llegaban ahí a lavar su ropa debido a la gran cantidad de agua que manaba del manantial.  

Hoy en día, esa agua dulce se encuentra entubada y los lavaderos ya  no funcionan como tal, pero es un gran atractivo dentro de la comunidad, porque adicional, la comunidad construyo una capilla y baños en la parte alta que precisamente ahí fue donde se realizó la primera ceremonia cristiana en San Miguel de Allende y esto se sumó al mote ya explicado;  por la cantidad de agua que manaba del manantial y a que ahí se generó esta primera ceremonia, interesante verdad?  “El Chorro”! 

Actualmente, si haces el recorrido es muy interesante porque si empiezas de arriba donde están los baños y la capilla, te encontrarás con que hay una biblioteca comunitaria, la casa de la cultura y es como la parte principal del origen de San Miguel de Allende.  Conforme vas caminando hacia abajo, te encontrarás con mucha vegetación y muy frondosa, porque dicen los lugareños que se debe al agua que aunque va corriendo entubada aun así permite filtraciones que hacen que el lugar luzca muy pintoresco; adicional a que su arquitectura y colorido lo hacen muy atractivo y único.  

Es una caminata que te llevará por lo menos un par de horas pero vale la pena hacerlo.  Al llegar hasta abajo, te encontrarás con los famosos “lavaderos” que aunque ya no se usan siguen estando y le dan un atractivo especial.  Si tienes tiempo, y después de visitarlos, recorre las calles que hay alrededor y aparte, finalizarás el día con una rica cena en las diferentes opciones que encontrarás durante este recorrido. Quedarás cansado pero con un buen sabor de boca y con un delicioso vino!