Visitamos este restaurante porque nos sugirieron disfrutar de la pizzas que tienen en su carta debido a que son artesanales y las preparan al momento; segundo, la vista al lago y tercero; porque nos dijeron que su menú es muy recomendable. Definitivamente, es una excelente opción! El concepto del lugar es precioso y muy apacible con mucha tranquilidad y la vista al lago es espléndida y el menú exquisitamente delicioso.
La atención fue inmediata y cordial. Obviamente probamos la pizza Rodavento que preparan con hongos silvestres de temporada, la clásica alcachofa, arúgula y todo bañado con aceite de trufa. El comentario que nos hicieron se quedó “corto” realmente estuvo exquisita y en compañía de un buen vino qué más puedo pedir. Previamente pedios un rollo vegetariano y unas Aceitunas Rodavento. Está demás decir que riquísimas ambas entradas!
Y todo esto en compañía de la naturaleza, el restaurante cuenta con una terraza que da al lago del hotel Rodavento y por la tarde-noche se disfruta plenamente porque ves oscurecerse y los grillos haciéndote compañía y qué mejor música que disfrutarlos junto con el ambiente natural de la región. Definitivamente es una muy buena opción para una tarde en Valle! A disfrutarlo!!