En algún momento de tu infancia seguro te contaron la leyenda del Jorobado de Notre Dame; bueno, ese cuento con su magia, ves que se vuelve una realidad y cuando llegas a La Catedral tienes ese espíritu que te alberga esperando encontrar esa magia… y la encuentras!! …desde su fachada principal y de mayor monumentalidad debido a la composición y trazos con su magistral arquitectura gótica y su espléndida Abadía de Saint Denis contra los picos de las 2 torres siguiendo un patrón jerárquico y geométrico, hacia la Galería de las Quimeras, el rosetón occidental, la Galería de los reyes y las puertas de acceso. Wow! De verdad que te enamoras de cada rincón!
Llegamos por la parte trasera de la Catedral y con esa ansiedad de cuando vas a reunirte con el novio en tu juventud, es la misma ansiedad que sentí al caminar por una calle lateral, que por cierto alcanzas a ver las gárgolas y te impresionan con esa majestuosidad que las caracteriza; pero al llegar al jardín principal de frente a la catedral… la piel se te pone “chinita” de tanta felicidad que te causa el ver lo que leías en las historietas y estar en la realidad. De frente, es imponente… magistral…
Una vez que ingresas al recinto, el interior destaca por su luminosidad, debido a unos grandes y amplios ventanales que dan a la parte principal del atrio y las naves laterales como si protegieran el majestuoso órgano abarcando toda una pared de la catedral.
Algo que me llamó mucho la atención y que también me percaté en Madrid (Léase Post Catedral de la Almudena… la iglesia más importante de Madrid)y en Barcelona (Léase Post Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia de Barcelona), es que las velas, cirios y veladoras son eléctricas… sí… efectivamente… eléctricas… das tu donativo y la vela o veladora se prende por el donativo que estás brindando… y en el resto de las catedrales y cualquier recinto católico al que entramos son velas y veladoras eléctricas… no hay cera!!!… Me impresionó mucho acá como tú sabes –sin excepción alguna– son veladoras de verdad… donde llegas y huele la cera y es un aroma único que existe en todas las iglesias… inclusive si tu llevas veladoras el sacerdote las recibe… pero en París todas son eléctricas… Uff!!… busque ese aroma único y sí hace falta. En fin… cada lugar con sus tradiciones! Ahh por cierto, hay un altar de Nuestra Virgen de Guadalupe! Te encantará!
Recomiendo contratar el servicio del audio-guía porque aparte de que en tu idioma recibes el conocimiento teórico, te va explicando cada obra que hay sobre el lugar y la relevancia a nivel histórico-religioso que tiene cada personalidad; aparte, de que te vas deteniendo en cada obra dependiendo de la importancia que le des a cada tema. También te recomiendo dar tu donativo y adquirir el folleto o libro dependiendo del lugar al que ingreses, para que tengas por un lado la información en forma auditiva durante tu recorrido y al mismo tiempo lo tengas por escrito, que posteriormente te servirá para recordar cada lugar al que asististe y contar con la información fidedigna.
Después de salir del recinto pagamos el tour que te dan por la parte alta de la catedral, entrando por una puerta trasera del atrio y llegando a la parte alta del campanario… Este paseo no debes perdértelo!! Vale la pena tomarlo porque aparte de que ves de cerca las gárgolas y quimeras (mitad animal, mitad humanas), la vista panorámica que ofrece la catedral hacia toda la ciudad es única… esplendorosa. También te sugiero, así como el audio-guía y los folletos o “libritos” adquirir, también comprar los tours panorámicos que hay en cada catedral o edificio alto, porque créeme… te enamoras del lugar viéndolo con otra perspectiva y la altura te invita a querer ir a la mayor cantidad de puntos que puedas visitar. Lo disfrutarás!
https://www.notredamedeparis.fr/