Dentro del servicio que contratamos en el hotel (Léase Post Prime Hotel Beijing Wangfujing en Pekín) directamente para realizar el tour a la Ciudad Prohibida (Léase el Post de La Ciudad Prohibida, Ciudad Imperial en Pekín), al finalizar este tour, la guía que nos asignaron, nos llevó a esta fábrica de seda. Aquí, caso contrario al Mercado de la Seda (imitaciones), la seda es original y nos explicaron todo el proceso a que son sometidos los capullos para hacer las madejas de seda.
El proceso de extracción del hilo de seda inicia cuando sumergen el capullo en agua caliente y es cuando empiezan a desmadejar el capullo. Posterior a esto, este hilo de seda la máquina lo une a varios hilos –obvio de otros capullos– y así forman una hebra y con esto forman una madeja. Es importante mencionar que la máquina procesa 5 capullos al mismo tiempo. Hoy en día está mecanizado este proceso pero originalmente generaban la seda totalmente a mano. Una vez que ya están las madejas de hilo de seda, es cuando procesan estas madejas para por medio de unas planchas generan varias capas de hilo con las que se procesan los edredones de seda. Sobra decir, que aparte de los edredones, todo tipo de artículos, desde blusas, sábanas, etc. Un dato impresionante es que un capullo está formado por un solo hilo de seda, mismo que puede llegar a medir hasta 1,6000 mts.
Al finalizar el tour te llevan a una tienda donde puedes comprar todo tipo de productos de seda. Nosotros estábamos fascinados con el lugar y es tan atractivo todo lo que tienen que quieres comprarlo, pero apenas llevábamos una tercera parte de nuestro viaje que bajo estas circunstancias no puedes estar comprando todo lo que se te apetece por la cuestión del sobrepeso y las maletas para tu regreso (Léase Post de Vestimenta y Equipaje en el Intro a China). Sin embargo, terminamos enamorándonos de unas almohadas de seda que las compramos! Bueno, te comento que en esta fábrica cuentan con el servicio de “vacío para envasado”, que las almohadas quedan como “láminas de tercer grado” y es una maravilla para empacar y poder viajar, ya que nada de peso generan. Y Así fue la historia de por qué compramos almohadas de seda.