Continuamos con este recorrido y como lo mencioné, las opciones son muchas y muy variadas, desde santuarios, templos, pagodas, su gigantesca Puerta Torii, el parque Momijidani, el Monte Misen y sus increíbles atracciones aparte de las caminatas y su espectacular teleférico con unas vistas impresionantes, restaurantes, museos, hasta su principal avenida mejor conocida como Omotesandō Shopping Street; entre esto y más continuamos:



Santuario Tokoyuni o Salón Senjokaku
Otro Santuario que te recomiendo visitar es el Santuario Tokoyuni o Salón Senjokaku que significa “salón de las mil esterillas”. Es una construcción de madera que data de 1587 y se encuentra ubicada en una de las tantas colinas con las que cuenta la isla. Fue mandada a construir por Toyotomi Hideyoshi, quien fuera uno de los tres grandes unificadores de Japón, quien quería un gran salón para que ahí rezaran los sutras por los soldados caídos durante las batallas. Él falleció antes de que terminaran esta obra por lo que terminó siendo un santuario sintoísta dedicado al alma de su fundador.






La Pagoda de Cinco Pisos o Gojunoto
Esta pagoda fue construida en 1407, pero lo que vemos es una reconstrucción de 1533, tiene con una altura de 27 metros dsitribuida en los cinco pisos. También cuenta con detalles de flores de loto en las barandillas y uno que otro elemento de la cultura china como lo son los pilares de madera. Esta obra arquitectónica la puedes admirar desde el Santuario Tokoyuni, debido a que se encuentra cerrada al público y que por su vívido color roja contrasta perfertamente con la exhuberante vegetación haciendo contraste también con el azulado mar.



Así es que si ya estás en esta isla, no dejes de visitar tanto el santuario como la pagoda porque por su diseño arquitectónico quedarás realmente sorprendido y enamorado de ambos recintos!


