Se encuentra en la meseta de Ngong Ping, frente al Gran Buda Tian Tan, anteriormente conocido como Gran Maopeng, templo que fue construido en 1906, y en 1924 lo nombraron Monasterio Po Lin. No solo es un lugar famoso en la isla de Lantau, sino también uno de los templos más famosos del mundo por sus muchos edificios majestuosos y magníficos. El patrón arquitectónico de este maravilloso recinto, es un modelo de la Ciudad Prohibida de Pekín (Léase Post La Ciudad Prohibida, La Ciudad Imperial en Pekin), el salón principal es una combinación de la Dinastía Ming y Qing, con su techo en color amarillo de teja esmaltada, techo que tenía que besar a la bestia, y la bestia de los patrones del dragón y del fénix según cuenta la leyenda.
Las tallas de piedra de dragón talladas en granito frente a la sala principal tienen un estilo Weinan, que combina las características arquitectónicas del norte y el sur. El Templo Wanfo, que fue construido en 2000 por el Templo Zen, está dedicado a más de 100 estatuas de Buda. Este lugar es un santuario budista con una magnifica arquitectura llena de tradición y cultura.
Por mi andar en todos estos lugares de Asia tan maravillosos, compré inciensos en el Templo del Buda de Jade (Léase Post del Templo del Buda de Jade en Shanghái), y no podía faltar por supuesto en Shangri-La (Léase Post Shangri-La, La China Tibetana), pero jamás me tocó ver de los inciensos que hay en este lugar: ¡inciensos gigantes!… ni en la Celebración del Año Nuevo (Léase Post Celebración del Año Nuevo Chino, El Año del Perro en Shanghái) en el Templo Ciudad de Dios (Léase Post Templo Ciudad de Dios en Shanghái) había visto inciensos tan grandes. Inclusive, la forma en que los acomodan para que no se vayan de lado por el peso, es genial; hasta cuentan con una base especial gigante para acomodarlos. Son muy atractivos, pero lo más impactante es que la devoción del visitante es tan fuerte que dejan su “apoyo” al solicitarlos (recuerda que no los puedes comprar, sólo das un pequeño apoyo dependiendo de la capacidad de tu economía) e inmediatamente van a prenderlos con sus plegarias pidiendo por lo que consideran importante.
Antes de dejar el jardín y patio principal del Monasterio, hay un área para almorzar, que por supuesto me atrajo más que la villa al llegar a la isla, porque aquí la comida es muy peculiar; primero, que los alimentos son 100 % naturales y segundo, que la mayoría son alimentos vegetarianos –ya ni en Shangri-La (Léase Post de Shangri-La, La China Tibetana en Shangri-La) y (Léase Post Más Allá del Vegetarismo Tibetano en Shangri- La) donde estaba segurísima que su alimentación era vegetariana por estar tan cerca del Tibet y que es el último lugar donde se detienen los turistas para llegar precisamente a dicho lugar– como lo oyes, es comida vegetariana y está de más decir que muy deliciosa y venden agua de soya tan rica que sí repites definitivamente.
Cuando estábamos bajando del Gran Buda para ir al Monasterio, nos encontramos con unos personajes que llamaron mi atención: ¡vacas!… exacto! Vacas! Y están protegidas para que caminen libremente por la Isla Lantau. No se les puede molestar! Son parte de la vida de este lugar y por supuesto, son animales sagrados; tanto, que para identificarlas portan un collar o una campanita. Curiosamente, hice lo que todo turista, tomarme foto con ellas, cuando en mi pueblo jamás lo he hecho! Exacto! Toda mi vida he convivido con vacas, becerros y pollos, y jamás me he tomado una foto con ellos… pero qué tal del otro lado del mundo, vengo acá y me tomo fotos con las vacas… ver para creer! Si mi padre me hubiera visto en su momento hacer esto, lo que no me hubiera dicho… ja! En fin… gajes del oficio… o más bien dicho… gajes del turista…. Ja… Ver para creer!