Se construyó en 1397 como residencia privada del Shogun Ashikaga Yoshimitsu, después de su muerte, su hijo y obviamente el nuevo Shogun, Ashikaga Yoshimochi tomó la decisión de convertirlo en un templo zen recibiendo el nombre de Rokuonji, que es el nombre real; pero debido al color dorado de su construcción (está cubierto de hojas de oro puro y pan de oro) todo mundo le empezó a llamar Kinkakuji o Pabellón Dorado.
Destacan básicamente 3 lugares de este maravilloso lugar y uno de ellos resalta por su belleza que es el Estanque Kyokochi, un “espejo de agua” porque se refleja el templo en el agua; como diríamos el “clásico reflejo dorado en el agua”, y obviamente la “selfie” se ve preciosa; o bien, la clásica postal que todos hemos visto! Y todo esto sin considerar l maravillosos jardines y zonas arboladas que rodean tanto el famoso estanque y por supuesto el Pabellón Dorado. Otra zona importante por visitar es el Jardín de las Rocas, el Estanque Anmintaku –que según dicen jamás se seca– y el edificio de la antigua Casa de Té Sekkatei.
Regresando al Pabellón Dorado es una construcción clásica de madera con 3 pisos, pero el segundo y tercero están decorados completamente de pan de oro, interesante verdad? Hoy en día este templo funciona como Shariden, lugar sagrado donde resguardan las reliquias de Buda. Lo interesante es que no está abierto al público para poder preservar el alto valor de estas reliquias por lo que sólo lo puedes ver y admirar desde afuera. Si cuentas con acceso a los jardines y a todo el exterior del recinto, pero el interior no hay forma de ingresar. Este templo es tan espectacular por lo que fue designado como Patrimonio de la Humanidad en 1994 y como Monumento Histórico de la antigua Kioto. Si decides visitarlo, tendrás un recuerdo inolvidable de este majestuoso e impresionante templo!
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