Ryokan Fukuchiin Onsen Temple
La primera recomendación es buscar un templo donde haya la opción de hospedaje y vivir la experiencia completa. En todo Koyosan hay 6 templos que te brindan esta opcipon y que debes de reservar con bastante antelación. Nosotros nos fuimos directamente a este templo-hotel que te brinda vivir la experiencia completa hospedándote al estilo del os ryokan japoneses.



Fukuchi-in es conocido por ser un templo budista que abre sus puertas a los visitantes y así sumergirte en esta vida diaria de los monjes. Es una verdadera obra de arte desde que llegas hasta tu salida. Las habitaciones son totalmente completas previstas de un recibidor y un baño completo con bañera, y una habitación amplia y todo sobre un piso de tatami y por supuesto el verdadero futón tradicional mejor conocido como shukubo; también encontrarás en la habitación una yukata para que puedas asistir a las ceremonias y las cenas del lugar; que hablando de alimentos te incluye el desayuno tradicional, pero también con la opción de la cena tradicional japonesa que obviamente nosotros la pedimos y que es servida de una manera tradicional en una habitación privada. Estos alimentos son totalmente vegetarianos shojin- ryōripreparadas con productos totalmente locales y con ingredientes de temporada a mano por el chef del lugar.










De lo que llama mucho la atención obviamente son sus jardines y el interior del recinto y obviamente las actividades que programan con los monjes. Eso si, es un lugar con reglas muy específicas como el no hacer ruido, con un horario para salir y regresar antes de las 21:00 hrs., despertarte temprano para estar presente en los rezos matutinos antes de desayunar, que es una ceremonia conocida como Otsutome que entre cada rezo hay cantos budistas.







Jamás me ha gustado hablar de economía, pero esta experiencia no es nada barata, pero sí es algo único y que vale la pena hacerlo. Una vez que llegamos, desde el registro para el hospedaje es toda una experiencia porque “quien” te recibe no habla el inglés, es totalmente en japonés y lo menos que se pueda “hablar”, así como lo lees, es un recinto totalmente para no hablar y poder descansar y escuchar los sonidos de tu cuerpo y el ambiente.




Desde la llegada, antes de entrar te debes quitar los zapatos y dejarlos afuera en un armario y ahí encontrarás sandalias para poder ingresar al recinto, todo el tiempo que estés adentro no puedes usar otro tipo de zapatos solo los que te dan. Fue una gran experiencia que te recomiendo gozar!




