Pequeños… largos… amplios… angostos… bonitos… con árboles… con autos… con gente… sin gente… con ciclistas… con puestos… no importa, simplemente es disfrutarlos y dejarte sorprender por sus calles empedradas y pasear por todo el centro histórico encontrando edificios antiguos y algunos otros que requieren remodelación o no… solo es gozar de tanta belleza arquitectónica y la pasividad y tranquilidad que te demuestran algunos callejones como la algarabía de otros que son muy joviales y llenos de vida y bullicio permitiendo sentir el vaivén de la gente o el turismo.
Callejear por Bratislava es pasear, es gozar, es disfrutar y enaltecer lo que te ofrece una ciudad tan jovial y tan resplandeciente como lo es esta capital tan auténtica y encantadora! Así es que disfruta sus callejos que son espléndidos y al mismo tiempo es la mejor manera de conocerla y enamorarte de este histórica y preciosa ciudad!