Sabías que este museo originalmente había sido una “Residencia Real”? Así es, su historia se remonta a la época del reinado de Felipe Augusto en el XII, quien lo construyó como una fortaleza para defender París de los ataques de enemigos. Posteriormente en el sigo XIV, Carlos V lo amplió y obviamente embelleció esta fortaleza y fue cuando la convirtió en la “Residencia Real” más famosa de Europa en aquel entonces; y ya en el siglo XVI se convirtió en un majestuoso palacio para mostrar el poderío de los reyes de Francia, pero después de la Revolución Francesa, el palacio se convirtió en un museo para el público y fue abierto en 1793. Obviamente con el tiempo se fue ampliando la riqueza de sus colecciones con la expropiación a la realeza y por supuesto a la iglesia y durante el reinado de Napoleón la colección empezó a crecer tanto que en su momento le llamaron el “Museo de Napoleón”. Ya en la actualidad en 1981, el entonces presidente François Mitterrand anunció la construcción de la Pirámide del museo que hoy en día todos conocemos… en fin… así es la historia.






Hoy en día este recinto alberga más de 380,000 objetos y cuenta con más de 35,000 obras de arte en diferentes salas que podrás admirar. Nosotros la primera vez que estuvimos en este lugar, hicimos una visita de 3 días y no fue suficiente para poder disfrutar y admirar tanta obra, porque sí requieres de tiempo para observar lo que te puede interesar y obviamente debes de considerar el tiempo que te llevará el desplazarte por cada sala y llegar al fin deseado.





Nosotros volvimos a repetir algunas obras que son interesantes y que en lo personal me gustan como es el caso de La Mona Lisa, que en su momento ni la fotografía del recuerdo me pude tomar por el exceso de público que habia y ahora sí tuvimos oportunidad de poder admirar la obra y hasta la “selfie” tomarme; la Venus de Milo, El Escribano, la Victoria de Samotracia, La Coronación de Napoleón, Dos muertes, dos juramentos y un compromiso revolucionario de Jacques-Louis David, entre otras (Léase Post Museo del Louvre en Intro París… la Ciudad de la Luz… la Ciudad del Amor). Así es que aprovecha tu estancia y disfruta de esta visita que te dejará cautivo!





