El Panteón de París hoy en la actualidad es un lugar de sepultura para los personajes históricos dignos de recibir los honores de la República, pero su historia nos cuenta que en 1744 el rey Luis XV estaba muy enfermo e hizo una promesa en la que, si conseguía salvar su vida, construiría una iglesia dedica a Sainte Genevieve –Santa Genoveva, la Patrona de Paris–, y milagrosamente se curó y en 1755 le encargó la obra al arquitecto Soufflot para construir este templo y así albergar las reliquias de la santa.




Con la muerte del aquitecto esto provocaría un retraso en la construción, pero sus colaboradores serían los encargados de terminar tal encomienda. Gracias a la Revolución Francesa y a su política de desacralización, este recinto dedicado al culto católico lo convertirían en Panteón, un lugar de sepultura para los personajes célebres de la Nación y la Asamblea General ordenaría una inscripción en la parte frontal del recinto “Aux grands hommes, la Patrie reconnsaissante” (A los grandes hombres, la Patria agradecida).





Posteriormente, en la época de la Restauración monárquica cambiarían de nuevo la función convirtiéndolo en el “Templo de los grandes hombres” y convirtiéndolo nuevamente en la Iglesia de Santa Genoveva y por supuesto, borrando la inscripción del frontón. Pero a partir de 1806, bajo el Primer Imperio y hasta 1885 cambiaría varias veces de función, unas obviamente siendo iglesia, y otras siendo Panteón, de acuerdo a cada régime político; pero finalmente, con el motivo del funeral de Víctor Hugo en 1885, el Gobierno declara por decreto que el edificio serán un gran mausoleo nacional.



Hoy en día los personajes ilustres ya sea de las ciencias, la politica o las letras y que descansan en este recinto entre otros son: Voltaire, Pierre y Marie Curie, Alejandro Dumas, Jean Monnet, Rousseau, Louis Braille, obviamente Víctor Hugo. Así mismo, encontrarás un área donde fueron colocadas placas con los nombres de escritores franceses famosos que murieron en la Primera Guerra Mundial, tras la Segunda Guerra Mundial, repitieron el homenaje y también colocaron placas de los escritores franceses fallecidos en esta segunda guerra.








En la entrada del recinto, bajo la cúpula del Panteón, te encontrarás con el famoso Péndulo de Foucault, que es un recuerdo del experimento científico llevado a cabo por León Foucault en 1851, y que trata de la primera prueba tangible de la rotación de la tierra, obviamente un experimento que puso en evidencia la rotación de la tierra sin necesidad de ninguna observación astronómica… vale la pena darte tu tiempo y disfrutar de este movimiento. Pues bien, te sugiero que lo agregues a tu lista de imperdibles poque es un lugar que disfutarás y que si te llevará un par de horas conocerlo!






