Viajes

Este monumento es uno de los más famosos de Praga, aparte de que comunica a la Ciudad Vieja (Léase Post La Ciudad Vieja… el origen medieval en Intro República Checa) con la Ciudad Pequeña.  Este puente atraviesa el río Moldava y cuenta con más de 500 mts de largo y 10 mts de ancho.  En su momento contó con 4 carriles que se utilizaban para el paso de los carruajes, y hoy en día es totalmente un puente peatonal.

Al principio fue denominado simplemente Puente de Judith, cuando su construcción fue de madera.  Posteriormente, lo construyeron de piedra y fue cuando lo llamaron Puente de Piedra y después Puente de Praga, pero fue hasta el siglo XIX que decidieron ponerle el nombre del rey checo que hizo posible su construcción, misma que data del siglo XIV y que está custodiado a lo largo del puente por 30 estatuas barrocas que podrás contemplar.  La mayoría de estas piezas fueron creadas entre 1683 y 1714 y son obras de grandes artistas de Bohemia.  Casi todas las estatutas representan a los santos más venerados de la República Checa y una que otra hacen referencia a pasajes bíblicos.   

De las 30 escuulturas, 27 son de piedra arenisca, la estatua de San Felipe Benicio es de marmol y la Santa Cruz  (el Calvario) y San Juan Nepomuceno son de bronce.  Todas las piezas que apreciamos en este puente son una copia de las originales que actualmente se encuentran en el Museo Nacional para la preservación de las mismas.   La estatua más antigua y original por así llamarla es la de San Juan Nepomuceno, porque cuenta la leyenda que este santo era profesor de la reina de Bohemia durante el siglo XIV.  El rey que desconfiaba de su mujer, pidió a San Juan Nepomuceno le revelara sus secretos, pero como este se negó, le cortó la lengua y lo arrojo al río Moldava desde el puente.  Desde entonces, esta estatua es la protagonista de los paseos por el Puente de Carlos, acompañada por un atril con cinco estrellas (las que se dice habpia sobre el puente la noche de su muerte), un perro (como símbolo de la fidelidad) y una mujer (la reina); dando pie a que hoy en día se le conoce como el patrón de Bohemia y protector contra calumnias e inundaciones.  Lo más seguro es que cuando pases por esta estatua verás a muchos turistas tocando el perro, pues se dice que así volverás a Praga.  Obvio, como buen turista fue lo primero que hice…

Actualmente este puente está administratdo por la Asociación de los Artistas Plásticos del Puente de Carlos y las obras escultóricas están a cargo de la Galería de la Ciudad de Praga.  Adicional fue declarado Patrimonio Cultural Nacional y es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y por supuesto uno de los más transitados por el turismo.  Así es que no dejes de visitarlo!

https://www.prague.eu/cs/objekt/mista/93/karluv-most