Karina Vilchis
15 diciembre, 2020
Mejor conocida como “la cuna de la américa francesa”, “la ciudad más francesa que Francia”, porque toda su arquitectura, diseño y demás, te remonta a Francia. Inclusive, es la única ciudad amurallada que queda en Norteamérica. Es una ciudad peatonal por excelencia y cada lugar que quieras visitar lo encuentras a menos de 10 minutos entre uno y otro. Es una ciudad para recorrerla tanto de día como de noche y te sorprenderás al encontrar lugares abiertos y que te sorprenderán sobre manera.
Si disfrutas de esta ciudad en invierno, la amarás porque aparte de la nieve que la convierte en un lugar mágico y romántico durante las fiestas navideñas simplemente es mágico el lugar y por supuesto, encontrarás una gran variedad de actividades que disfrutarás en compañía de la nieve que no te abandonará y será tu gran amigo para gozar de esta magia.
A esto, si le sumas su arquitectura que data de siglos atrás, desde las clásicas capillas e iglesias que te remontan a la historia de provincia, hasta los edificios de gobierno con una gran historia que conservan, sus murallas que te hacen ver su pasado defensivo, cualquier tipo de entretenimiento que quieras tener, hacer shopping y disfrutar de su gastronomía. Definitivamente, te sorprenderá cada detalle de este mágico lugar que desearás no abandonarla!!
