Dirían “es una joya escondida” y la vedad sí! Es un lugar pequeño pero muy acogedor. El ambiente es muy agradable y tranquilo, ideal para descansar tomando un café y saboreando algo ligero y en especial por la tarde-noche después de andar caminando por las calles de este maravilloso pueblo mágico.
Su carta es muy sencilla y muy local pero el sabor es exquisito con una muy buena atención. Nosotros pedimos unos molletes que estaban en su punto, la malteada es riquísima y el té frío estaba en su punto. Es una excelente opción para descansar de la gente después de tanta caminata es el lugar ideal para el descanso. Recomendación amplia. Te encantará!!
Dirección: Joaquín Arcadio Pagaza #103, Col. Centro, C.P. 51200, Valle de Bravo, Méx.