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Aunque existen muchas plazas y de todo tipo y estilos, Plaza Dam es el centro neurálgico de esta maravillosa ciudad, principalmente porque al ser un lugar con mucha historia es lo que lo vuelve mucho más atractivo de lo que de por sí lo es y uno de esos atractivos es su arquitectura que podrás apreciar y gozar ampliamente.  Dam significa “presa” –lugar para aguantar el agua–; recuerda que Ámsterdam es la capital de Los Países Bajos lo que significa que precisamente la altura del país está por debajo del nivel del mar y el nombre de la plaza viene de la función que desempeñaba que era “frenar” la entrada de agua del rio Amstel.  De ahí salió el nombre de la ciudad “Presa del rio Amstel”; por lo que esta plaza se encuentra ubicada en el centro histórico de la ciudad. 

Independientemente de su nombre, también es famosa históricamente hablando porque ha sido testigo de muchos actos al través de los diferentes tiempos como fue la recepción de Napoleón y sus tropas durante la toma de esta ciudad.  Adicional, aquí encontrarás muchos edificios con una enorme trayectoria histórica como lo son el Palacio Real (Koninklijk Paleis), el Museo Histórico de Ámsterdam, la Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva), el Museo de Cera de Madame Taussauds, el Monumento Nacional que es un obelisco de 22 mts de altura que rinde homenaje a los soldados caídos en la Segunda Guerra Mundial, entre otros recintos históricos.

Hoy en día a diferencia de su turbulenta y apasionante historia, puedes gozar de esta magnificencia arquitectónica que tiene el lugar, pero también puedes disfrutar de sus múltiples terrazas o bares con los que cuenta hoy en día, disfrutando de la tranquilidad, viendo a la gente caminar y disfrutando de la compañía de los cientos de palomas que enaltecen este maravilloso espacio.   Es un lugar digno de reconocimiento por su historia pero también es un lugar que invita a celebrar tu estancia y disfrutarla plenamente!